miércoles, 17 de diciembre de 2014

LA POLÍTICA, EL DINERO Y LA CANCHA: LA ATÁVICA DISCUSIÓN DEL FINANCIAMIENTO DE LA POLÍTICA

Con la escasa claridad habitual el mundo político está discutiendo, una vez más, el ya famoso financiamiento de la política. Todo ocurre en el contexto democrático y, en consecuencia, la transparencia, la representatividad y las oportunidades de participar deben ser sopesados y ponderados desde la atalaya de los estadistas.

El punto de inicio de la carrera, en la pista atlética, es una línea blanca que marca el mismo punto de partida para todos los competidores. Hay corredores de Sudáfrica, de los Estados Unidos, de Barbados, de Chile, de Alemania y de Israel. Los organizadores, con la línea blanca, procuran emparejar la carrera, aunque difícilmente lo logran a plenitud. Los atletas de Barbados, de Chile o de Alemania no presentan los mismos genotipos, fenotipos ni regímenes alimenticios, entrenamientos y cultura. No obstante, como entes administradores y reguladores, hacen lo que les es propio: procuran emparejar la cancha.

Del mismo modo, los sponsors de los atletas de las naciones más afortunadas están en las antípodas de los auspiciadores de los atletas de regiones menos desarrolladas. Aunque, en esta prueba, existe evidencia de que las características de los atletas de raza negra son superiores, baste considerar a los reiterados ganadores de los distintos torneos de talla mundial que se desarrollan periódicamente.

En la política, al igual que en la gesta atlética de alto rendimiento, se repiten ciertas circunstancias. Los "atletas" noveles o de "categorías amateurs" que buscan ingresar a las ligas mayores, son equivalentes a los que ocurre en los grandes torneos olímpicos mundiales.

¿Cómo incorporar elementos para emparejar la cancha? Veamos algunas ideas:

  • Sí al financiamiento privado voluntario, pero engrosando un Fondo Común Nacional, el cual se suplementa con el aporte del Estado. Luego, se divide el fondo total en el número total de candidatos, independiente de tamaños de distritos, votación histórica, votación proyectada u otro engendro similar, y este es el presupuesto para cada una de las campañas.
  • A esto agréguese que, en virtud de una ley, la Contraloría General de la República y el Servicio Electoral tendrán la facultad de realizar auditorías de cumplimiento y auditorías sustantivas, para verificar que no exista exceso de recursos aplicados.
  • Muchos de los elementos de las campañas como palomas, pasacalles, dípticos, trípticos, etc. podrían ser licitados por Chile Compra, para garantizar transparencia e igualdad de costos, y "facturados a cada comando", en la misma cantidad para cada candidato. Aunque aún hay un desnivel en esta cancha: un candidato conocido frente a uno emergente tiene potencialmente más probabilidad de votos, tema por resolver.
  • Cada comando podrá usar hasta un máximo de "n" rostros, líderes de opinión o figuras de alta figuración pública en toda su campaña.
  • Si un candidato electo fuese sorprendido transgrediendo estas normas de ética política, será removido ipso facto de su cargo y reemplazado sin mediar apelación por la segunda mayoría.
¿Será posible avanzar en esta línea?

Aunque es improbable, el conjunto social debe avanzar en este ámbito, buscando que la eventual espurea relación entre política y dinero quede atrás y que, primando una conducta republicana y democrática, el interés de la colectividad se imponga sobre los subyacentes intereses individuales.

Soñar no cuesta nada, aunque la vida es sueño: "nace el pez aborto de ovas y..."

viernes, 23 de septiembre de 2011

Cobre y petróleo, una vez más a merced de las turbulencias


Europa en crisis económica y un Estados Unidos con su sistema inmunológico debilitado no dejan de afectar al mundo occidental. Ambas situaciones han producido, en las últimas semanas, desplomes bursátiles y oscilaciones de amplio ancho de banda en monedas y commodities, a consecuencia de un sinnúmero de reacciones especulativas en los mercados financieros internacionales. Sus efectos afectan, en diferentes proporciones, especialmente a economías  como la chilena.

El petróleo WTI (West Texas Intermediate) descendió 6,30% y el cobre 5,24% (Bloomberg, 22 de septiembre de 2012). En tanto la plata cayó, según la misma fuente, un 5,96%, en tanto el oro siguiendo la tendencia cayó 2,5%. Estos denominados "metales industriales" se ven afectados constantemente por las incertidumbres derivadas de la situación europea y estadounidense, afectando directamente la manufactura de productos y las balanzas comerciales.

La libra de cobre, con el descenso porcentual indicado, se ubicó en US$ 3,533. El efecto, que en buena forma, es causado por el anuncio de la Reserva Federal Norteamericana (FED), los altos niveles de desempleo en norteamérica, la reducción del gasto privado y la desidia inmobiliaria en el país del norte, nuevamente nos ponen ante la evidencia: Chile debe enfrentar el futuro estableciendo un fuerte plan de industrialización para las próximas décadas.

Industrializar en forma contracíclica y con altos niveles de tecnología. Bienes para temporadas climáticas diversas en el globo, productos de mercados de consumo familiar e individual versus de uso industrial. Abordar nichos y oportunidades de mercados interesféricos.

Impulsar una Pyme pujante para los próximos años en materia de preparación de profesionales y técnicos para necesidades tecnológicas acordes a la creciente complejidad que se viene, establecer planes profundos de incorporación de maquinaria y tecnología sin comprometer el despegue de las pequeñas empresas ni el patrimonio de sus gestores, establecer políticas de apoyo a la apertura de mercados internacionales de bienes y servicios para las Pymes (que una vez por todas deben mirar sostenidamente al mundo como su mercado), establecer anillos concéntricos de cooperación entre grandes, medianas, pequeñas y microempresas (los tres últimos segmentos deben disponer de reglas que les permitan la movilidad al estadio superior), estimular y financiar ampliamente la transferencia tecnológica y la innovación de las Pymes con fuertes apoyos centrales para visitar empresas, ferias, laboratorios, centros de experimentación y universidades.

Muchos sn los mecanismos y políticas públicas que deberán implementarse, pensando en el alma nacional y en dar oportunidad a los espíritus inquietos de emprendedores empresariales, del arte y la cultura. Debemos protegernos en el verdadero valor agregado, de nivel superior, para generar empleos bien remunerados, crecimiento, desarrollos y múltiples oportunidades para todos los connacionales. Hasta sería preferible postergar otros planes del Estado, para que los suscesivos gobiernos corran la parte de la carrera que les toque. No es aceptable que sigamos "a merced de las turbulencias" tanto internacionales como domésticas. Tenemos el mandato y la obligación, por los que nos siguen, de construir un país de nivel superior y una sociedad de excelencia. Este es un examen que tenemos que rendir con la certeza de que lo aprobaremos con máxima distinción. Trabajo para hoy y las siguientes generaciones...a no bajar la guardia.


miércoles, 3 de agosto de 2011

Codelco potencial inversor de US$30.000 millones...¿Y las EMT?



El Presidente de Codelco, la estatal minera de Chile, Gerardo Jofré, se mostró optimista ante las expectativas de la compañía estatal. La estimación de inversiones del sector alcanza a un monto en torno a los US$50.000 millones durante los próximos cinco años. Dentro de esta proyección la cuprera nacional ubica en unos US$18.500 su aporte. Esta empresa chilena concentra el 10% de las reservas mundiales en tanto Chile lo hace con un 30% de la disponibilidad mundial.

Sin embargo, Jofré añade, que en Codelco estiman en unos US$30.000 millones las inversiones propias. Puntualiza, en todo caso, que la diferencia en términos temporales se podría materializar no antes de 2030. No sin precisar el buen ánimo que existe al interior de la firma, en función de las proyecciones al alza en los precios del comoditie, arrastrado por la creciente demanda de las economías más industrializadas y la estable composición de los costos de explotación de la empresa.

Si al horizonte planteado por las autoridades de Codelco se agrega la carta de navegación que recibiera el timonel de Economía chileno, Pablo Longueira y el debate en torno a la educación, incluyendo aquí la actividad científica y tecnológica, podemos estimar que Chile tiene ante sí una oportunidad trascendental para elaborar un Plan Nacional de Desarrollo Industrial (PLANADI), al que nos hemos referido en varias columnas anteriores.

Es momento que el Estado de Chile dé un golpe de timón sin precedentes, definiendo para las próximas décadas su política de desarrollo incluyendo en forma protagónica a las Empresas de Menor Tamaño (EMT). Y no se trata de una participación marginal o asistencialista, ni menos benefactora. Se trata de poner en el ojo del huracán el aporte de las EMT vinculadas al desarrollo industrial.

Particularmente las EMT del sector metalmecánico, en todo su espectro, desde partes y piezas menores hasta la elaboración de productos refinados de alto valor agregado, deben ser el centro de esta política. ¿Quiénes son las grandes empresas de mañana que empujen el desarrollo sostenido? Sin duda alguna, las EMT industriales. Pues mientras los servicios pueden ser canalizados a través de los diversos track que ofrecen las tecnologías de la información y las comunicaciones, los bienes reales que se transen deben ser fabricados por alguien, y esta es la cancha de las EMT industriales.

Por el lado de las empresas EMT el Estado debe propiciar el establecimiento de cluster o encadenamientos regionales para la convergencia de intereses comunes, que permitan fabricar asociativa y mancomunadamente productos con una alta adición de valor agregado. Las EMT ya no dejaremos de mirar al mundo como nuestro mercado principal.

Asimismo, para lograr lo último, el Estado debe implementar programas de replanteamiento de la Visión, Misión y Valores de los empresarios de las EMT, pues sin esto sus mercados seguirán limitándose, ni siquiera al país sino a sus ciudades y perímetros más inmediatos.

El Estado debe fortalecer la asociatividad gremial de la industria metalmecánica de las EMT, para que estas instituciones sean un eje fundamental en el proceso de transformación de la mirada estratégica de estos empresarios. No obstante, para el conjunto del PLANADI, es esencial que esto se desarrollo simultáneamente con otras medidas como:

  • La creación de un Leasing Estatal de Fomento cuyas rentas se paguen conjuntamente con el Impuesto a la Renta, en unidades de fomento y sin interés, financiamiento otorgado directamente por el Estado sin intermediación financiera de la banca privada y administrado por un renovado SERCOTEC y BANCO ESTADO. ¿El beneficio nacional?: claramente el incremento del dinamismo del sector aportará con crecientes tributos al erario público, el que superará con creces cualquier tasa de interés o comisión.
  • Insistiendo una vez más, el establecimiento de una Franquicia Tributaria de Capacitación inversamente proporcional al tamaño de las empresas, permitiendo así canalizar recursos públicos a los sectores que más necesitan de nuevos conocimientos y tecnologías, que nos permitan abordar desafíos globales.
  • Establecer una conexión entre las futuras demandas de capital humano, a la altura de las exigencias del tercer milenio, con la oferta estructurada de técnicos y profesionales, eliminando de paso los excedentes de ofertas académicas de dudoso futuro laboral, que asegure crecimiento individual y movilidad social familiar.
  • Establecer un piso de fomento a la afectación impositiva para las microempresas en su totalidad y una rebaja de fomento de la tasa efectiva de impuesto a la renta para las pequeñas empresas. Esto en el marco de un PLANADI que busque hacer de Chile un proveedor mundial relevante de productos con valor añadido, de ciencia y tecnologías.
  • Elevar los recursos para investigación científica básica y aplicada orientada expresamente a satisfacer los requerimientos del PLANADI.

Así las cosas, nos asiste el convencimiento de que Chile, unido en torno a un Plan Nacional de Desarrollo Industrial, podrá en escasas décadas erradicar la pobreza extrema, otorgar educación de gran calidad enfocada en el desarrollo humano y convertirse en un protagonista de la cruzada global por una sociedad más sustentable y próspera.

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jueves, 8 de abril de 2010

Las antípodas y los desafíos post-crisis


(Desde Santiago de Chile). La crisis global que, en variadas manifestaciones, afecta a millones de ciudadanos de Occidente, tendrá que terminar en algún instante dando inicio a un nuevo ciclo de recomposición. Este es el sinusoidal derrotero de los fenómenos económicos de la organización humana.
Más allá de las colosales masas de recursos inyectados para “recuperar la economía”, viven y conviven millones de seres humanos, no sólo en torno al epicentro del fenómeno, sino que en cada punto de impacto en todo el planeta. Los países del G-20 ocupan las principales portadas y editoriales mostrando los “efectos” de la crisis en sus naciones: desempleo creciente, caída de gigantes empresariales, inestabilidad general y más personas acercándose a la línea de pobreza. Las imágenes de los gigantescos edificios corporativos y de las interminables plantas de ensamblaje impresionan, claro que sí. Las expresiones deprimidas de los trabajadores esperando un puesto de trabajo no dejan indiferente ningún corazón.
Todavía en Occidente, los países de América Latina experimentan crecientes oleadas de parados, aumento de la criminalidad en el norte de América del Sur y el Caribe, y más personas ingresando a las filas de los segmentos más menesterosos. Sin embargo, en este cuadro cotidiano aún no nos planteamos expresamente qué lecciones de la crisis permitirán trabajar mejor por la Humanidad. Ahí está el punto central: La Humanidad no es sólo Occidente, más aún cuando éste gatilla una tormenta mundial y afecta a estados pequeños y desprevenidos. Son muchos los países y comunidades, que parecen haber sido olvidados por Dios y por la Humanidad, sobreviviendo en endémicas y constantes crisis y peligros que rebasan por lejos el “catarro” que afecta las vías respiratorias occidentales.
Por estos días muchos de los “afectados” por el tirón recesivo deciden subir a sus jets privados y buscar descanso e inspiración en las costas mediterráneas. Pueden aterrizar en Mónaco, en la Costa Azul, un país de algo más de treinta mil habitantes, con el lujo concentrado en sus dos kilómetros cuadrados de superficie, el segundo estado más pequeño del planeta con un ingreso per cápita de veintisiete mil dólares. También pueden arribar a Liechtenstein, pequeño vecino de Suiza con producto per cápita de casi treinta y cinco mil dólares, ofrece hermosas vistas montañesas. En estos parajes se busca recuperar energías para buscar las soluciones que la crisis exige.
En las antípodas, aunque siempre navegando en el mismo planeta, se encuentra el Cuerno de África. Situado en el extremo centro oriental del continente, en el punto de encuentro del Mar Rojo con el Océano Índico al sur del Golfo de Adén. Es uno de los territorios más pobres y adversos de la Tierra, el hambre y la muerte son elementos cotidianos en las vidas de sus habitantes. La zona está integrada por Somalia, Eritrea, Yibuti, Etiopía y la isla de Socotra, todos, a lo más, aspirantes a estados fallidos. En una superficie árida y reseca de más de dos millones de kilómetros cuadrados habitan más de ochenta millones de personas al borde de la inanición, las guerras tribales y la amenaza constante de los señores de la guerra.
La zona del cuerno es un hervidero de contrabandistas y caudillos de muerte. Los países están divididos en tribus y clanes que intentan gobernar según sus propias reglas. Los líderes de estos estados viven en permanente riesgo y a cubierto sólo por grandes despliegues de seguridad y protección. La frecuencia de cambio de sus presidentes o primeros ministros supera por lejos los estándares de estabilidad gubernamental. En la década 1982-1992 dos coma cinco millones de personas murieron producto del hambre y las guerras.
La incomprensión occidental del carácter y la idiosincrasia de estos países ha traído trágicas consecuencias, por cierto para los habitantes que no han constatado beneficios claros en sus vidas por la intervención extranjera, sino también para los visitantes. El más recordado es el incidente del Black Hawk, abatido en Octubre de 1993 en Mogadiscio, con el despliegue de miles de guerrilleros y milicias somalíes armadas con heterogéneos arsenales. El episodio resultó en una veintena de soldados norteamericanos muertos y dos helicópteros en tierra, más la vergüenza estadounidense de ver a sus combatientes arrastrados como animales por las calles de la ciudad. En el Cuerno de África, la muerte ronda a diario, al igual que el hambre, la violencia, la ingobernabilidad y la despreocupación manifiesta del resto del mundo.
Debemos reflexionar profundamente sobre los efectos globales de nuestras decisiones. La solidaridad debe ser un valor integrador y una de las estrellas que guíe nuestro rumbo. La estabilidad y la pacificación de Occidente también dependen de que la comida y la paz lleguen a otros países del globo. Es sólo cuestión de tiempo que los odios y rencores anidados en muchos continentes hacia Occidente se transformen en nuevos dolores de cabeza. Sólo la verdadera integración humana global puede permitir sumar sinergizada y virtuosamente el uso y distribución de los recursos naturales, los alimentos, la educación y la concordia. Es probable que debamos releer y reflexionar las palabras de Protágoras “El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son, en tanto que son, y de las que no son, en cuanto que no son”.JM

viernes, 19 de febrero de 2010

América Latina y la solidaridad regional


(Desde Santiago de Chile). La región latinoamericana configura una de las zonas geográficas más diversas y con mayor potencial del planeta. Sus profundidades y superficies almacenan riquezas naturales extraordinarias, y sus gentes, desde sus variadas perspectivas y raigambres culturales, contienen probablemente una de las mayores reservas del conocimiento humano. Las ciencias, la tecnología y las disciplinas del saber más diverso y plural, no son exclusivos y privativos de determinadas sociedades o países, el creador dotó a todos los hombres de similar cantidad y calidad de recursos para ser puestos en marcha por el bien de la especie.

No obstante, el desarrollo, cuyo fin último es beneficiar ciertamente a todos, es frenado por las diferentes y discrepantes estructuras administrativas de los estados. Los gobiernos cuya función esencial es manejar los recursos de cada país en beneficio de la ciudadanía, suelen, en este ámbito, subrogar a un segundo plano el gigantesco potencial de la sinergia regional, no entendida como la suscripción de acuerdos formales, diplomáticos, políticos y económicos, sino como una fuerza incontenible de crecimiento y dignidad humanos.

Hoy estos países se debaten entre los efectos de fuerza externas, producto de la crisis internacional, secuelas de conflictos bélicos, el influjo de potencias y las consecuencias de una excesiva variedad de estilos de gobierno. Brasil recibió al presidente Lula en medio de las esperanzas de los más desamparados y de los terribles augurios de los jerarcas del gran poder económico, no obstante este país ha seguido adelante con su característico andar. Argentina, con las dudas sobre sus gobernantes, ha exhibido precariedad administrativa y la evidencia de no mostrar a sus ciudadanos un ideario nacional cristalino y resuelto. Venezuela dando tumbos, yendo y viniendo, mediante abrazos de Chávez a sus aliados y diatribas a los demás, viviendo los beneficios de los precios internacionales del crudo, siempre sinusoidales. México, un hermoso país que, sin embargo, tiene pendientes pobreza y seguridad ciudadana. Chile, por largos años el Jaguar para muchos, aún cuando presenta una macroeconomía sana, todavía tiene algunas heridas abiertas, y más hombres de los que se quisiera carecen de trabajo digno y estable. La amazonia, más allá de su atractivo turístico, especialmente para visitantes “curiosos” de otros continentes, cobija decenas de miles de comunidades sumidas en el barro y a escasos metros de la era del fuego, todos los países que tienen algún grado de soberanía sobre ella, sin duda que tienen una deuda para con ella.

Como contraste, las urbes concentran los factores que podrían resolver todos los estados deficitarios regionales: gobiernos, bancos, universidades, organismos internacionales y grandes conglomerados económicos, y –supuestamente- las inteligencias privilegiadas, al parecer más ocupadas en fines particulares que en el bien general.

¿Hasta cuándo nos encerraremos en nuestros círculos individuales, olvidando que existen otros que nos necesitan más que nunca? Exhortar a todos los latinoamericanos para integrarse a un gran movimiento regional es únicamente el comienzo. Tenemos que articular esta cosmovisión, hacerla nacer en el mundo real.

No se trata de crear una organización más de las que todos conocemos, eso sería una miopía, el propósito es provocar un cambio determinante en la cultura, en los principios, en la concepción del tipo de sociedad que deseamos. Tampoco se confunda con globalización, que de alguna forma desdibuja las idiosincrasias individuales. No creo que alguien deje de temblar y emocionarse al ver los niños que deambulan en busca de comida o los humildes desdentados que escarban en los tachos de basura, ni menos mirar con indiferencia los pesares de miles de familias que han perdido toda esperanza violentadas por las drogas, la violencia y el hambre.Es el momento de integrarse y construir la propia comunidad latinoamericana, no con el propósito de competir con otras latitudes, o de equilibrar los índices macroeconómicos. Esencialmente se trata, al igual que en una familia, de reunir a los jóvenes y viejos, a los más exitosos con los que aún no encuentran el camino, a las mujeres y los hombres. Y en torno al bienestar familiar, pensar, diseñar e implementar las bases de la sociedad que dejarán a los descendientes para que ellos la mejoren, y su constante perfección se convierta en la actitud ciudadana, que garantice que en el devenir de los tiempos el hombre se ha hecho merecedor de la creación.

Esta zona reúne, como pocas coordenadas del planeta, a hombres y mujeres pujantes, riquezas y millones de hectáreas sobre las que emplazar emprendimientos de todos los tipos y tamaños. Como la mayoría de estas naciones vive del comercio de comodities y de productos con escaso o nulo valor agregado, la clave está en elevarlos de valor localmente, para luego ponerlos en los mercados internacionales. Y una opción del todo valida y aplicable es el mundo de los servicios, pero con una mirada mundial: industrias como desarrollo de software, investigación agroalimentaria, fabricación de partes y piezas, creación de medios inmunológicos, aleaciones de alta demanda, turismo de larga distancia.

América Latina puede, siempre y cuando logre la unidad, indisoluble y monolítica que tanto le hace falta. Los relevos generacionales tienen un gran y duro trabajo que afrontar.

Pacem in Terris


(Desde Santiago de Chile). Desde tiempos inmemoriales la sociedad, en sus distintos estadios evolutivos, ha exteriorizado a través de la guerra sus lastres de insania y barbarie. En la época de los grandes imperios de la antigüedad, que han merecido páginas ejemplares de un verdadero ejército de historiadores, ensayistas y novelistas, el fuego y el pretorianismo han sido empleados para alcanzar hegemonías planificadas y particulares, mediante el dominio y la opresión de pueblos escuálidamente defendidos, sino simplemente inocentes. De los antiguos estrategas y tratadistas las fuerzas militares de todo el orbe han heredado un sinnúmero de obras y postulados para la guerra: la forma de guerrear de Julio César, las lecciones de Sun-Tzu y las tácticas napoleónicas. ¿Cuántos tratados del mismo tenor conocemos relativos a cómo hacer la paz?.

Las sagradas escrituras, las memorables aventuras del Quijote, qué difícil, hasta Ghandi, Luther King o la carta de la Liga de las Naciones, antecesora de las Naciones Unidas, y un sinnúmero de organismos regionales como la Organización de Estados Americanos. ¿Y en oriente medio y lejano?, ciertamente sus propios intentos. Sin duda que la paz, un valor esencial para la convivencia y desarrollo de la nación terrestre, parece ser menos inspiradora, en la línea de nuestro análisis, que la latencia del espíritu belicoso, por sí mismo o en respuesta a una agresión.

La convivencia pacífica, es decir, la cooperación voluntaria y manifiesta por el bien común mediante el diálogo y la inteligencia, ha logrado frutos, que a pesar de su trascendencia, han sido menos cubiertos por las prensas del mundo. La sociedad humana en los últimos quinientos años ha enfrentado una genuina revolución, en términos de constructos positivos para la humanidad, sin embargo, parece ser que la memoria retiene con mayor profundidad las batallas y las guerras, pues, incluso la historia, concibe como hitos estos acontecimientos, consignándose en desarrollo menor las grandes obras de avance y progreso de la sociedad.

Marconi y la telegrafía sin hilos, consecuentemente el prodigioso avance de la radiotelefonía; un escocés desconocido (tarea para la casa) a quien le cupo un rol preponderante en la creación de la televisión; Pablo Ehrlich y su compuesto 606, la primera cura para frenar el flagelo causado por la espiroqueta pálida; la “Juanasa”, una enzima informada por un equipo de científicos chilenos, que permitiría ahorrar millones de dólares a las familias...en el simple lavado de ropa; Leeuwenhoek, el eterno buscador del microcosmos, con miles de lentes pulidas con sus propias manos; todos, sin excepción, forjadores y genios que, desconocidos por la mayoría, han reunido esfuerzos para la construcción de un orden mundial pacífico, estable y esperanzado en un mañana positivamente mejor que el presente. Es indignante e insólito observar que los grandes constructores, contrario sensu con los “grandes militares”, nacen, viven, mueren y trascienden, sólo entre un puñado de personas sobre la faz del planeta.

Sólo la paz, verdadera, por dentro y por fuera, no desbordada del papel en que se escribe, ni sobrepasada, más allá del recinto en que se firman los tratados, debe ser el objetivo número uno de todos los programas de gobierno del mundo. La paz que triunfa sobre el abuso y el sometimiento a millones de seres humanos, en la mayor parte de la superficie terrestre, ha de ser la enseña que se eleve hasta el cenit.

Todos somos responsables de construir este mañana. Cada uno con la conciencia madura y con la libertad, la igualdad y la justicia como herramientas debe hacer su tarea. Desde los débiles a los poderosos, desde el africano al europeo, de oriente a accidente, de norte a sur, y en todos los puntos de la tierra, desde el sabio al analfabeto, todos estamos obligados, por el bien universal, a cumplir con nuestra parte del trabajo. Debemos ser vigorosos para plantar nuestros puntos de vista y nuestras opiniones. La civilización, en su carácter de tal, no debe ceder a los apetitos hegemónicos arbitrarios e ilegítimos, vengan de donde vengan. Los mayores esfuerzos tienen que concentrarse en la construcción de un mundo basado en la sinergia de los aportes de cada uno de nosotros.

La entropía, o tendencia natural al caos, presente en todos los sistemas, es el instrumento perfecto para los adversarios de la paz. Sembrar la confusión, la animosidad, incentivar belicosidades y enemistar a los amigos, son su caldo de cultivo. Abusar sin tregua de las carencias de los menos afortunados, iletrados, pobres, excluidos y marginados, ofreciéndoles premios inalcanzables, recompensas falaces o beneficios inexistentes, son vías arteras por las que se deslizan los opositores a la paz y la equidad.

Ninguna vida vale lo que cuesta una bala, un obús o un misil lacerante, sin importar la bandera o región del globo que tenga grabados en su envoltorio. Asimismo, ninguna dictadura, feudo o colonialismo es más fuerte que la humanidad reunida, en torno a la maravilla de vivir pacíficamente, sin amenazas, con el sueño tranquilo y las esperanzas convirtiéndose en realidad a raudales.

Los jóvenes serán mañana lo que les entreguemos hoy como legado, esta herencia puede ser la virtud o una bomba con espoleta de retardo que estallará en sus rostros, los rostros de nuestros hijos. No nos llevemos a la tumba la carga eterna de haber tenido la oportunidad y no haberla aprovechado. No nos sentemos, en nuestra vejez, en el pórtico a contemplar como pasan delante de nosotros las caras torvas, alucinadas y pretorianas de los hombres que pudimos, alguna vez, convertir en constructores en lugar de imbéciles obnubilados por la sangre y las esquirlas.

La esperanza de un mundo en que el virtuoso y el hombre de bien gobiernen, en lugar de algunos dirigentes de dudosa calidad moral e intelectual, es el mayor acicate que nos guiará al objetivo deseado. La paz global, la verdadera pacem in terris, aquella que perdure, que dé alegría, que prolongue el progreso y genere la felicidad de los que vienen, se construye hoy, nada más que hoy, nunca mañana.

Brasil 2016, desafíos grandes para un país grande


(Desde Santiago de Chile). El reciente 2 de Octubre de 2009 la decisión del Comité Olímpico Internacional (COI) de elegir a Rio de Janeiro como la ciudad sede de los próximos Juegos Olímpicos 2016 desató, como es la costumbre carioca, un carnaval nacional. Durante días los brasileños celebraron la decisión, soñando con la magnificencia propia y característica de este pueblo a la hora de sus realizaciones.

Rio de Janeiro se convirtió así en la segunda locación Latinoamericana en albergar a los juegos, ya lo había hecho México en 1968. Entre el 5 y el 21 de Agosto de 2016 Río de Janeiro y un conjunto de localidades aledañas serán escenario de los juegos, en sus diversas disciplinas. Los factores considerados: excelencia técnica, experiencia, olimpismo y para-olimpismo y transformación aseguran para Brasil grandes aplicaciones de recursos, personas y un trabajo extenuante.

Quizás el factor clave es el de la “transformación” que contempla profundas intervenciones sociales y ambientales en la ciudad sede. Esto, por cuanto Rio de Janeiro es famosa en el mundo entero por su gigantesco y desenfrenado carnaval, sus paradisíacas playas, sin embargo, también por sus barriadas y favelas en donde, incluso para las policías con un completo despliegue militar, es imposible entrar sin enfrentarse en cruentos combates con el crimen y las pandillas.

Brasil es una nación de contrastes, como globalmente lo es también América Latina, aunque esta nación se diferencia de sus hermanos continentales. Es el país con la mayor superficie de Sudamérica, posee grandes usinas y complejos industriales, su territorio contiene prácticamente la totalidad de la Amazonia, aún con zonas libres de la influencia humana y con riquezas por descubrir. Con todo, existe una importante tasa de pobreza, analfabetismo y subalimentados.

El estadio Maracaná, uno de los más grandes del mundo y la pasión futbolera allí impregnada será la sede de la inauguración y el cierre de los juegos en 2016. En los alrededores de la ciudad y del estadio existen peligrosos enclaves como el suburbio de Penha y múltiples favelas –poblaciones de gran pobreza, peligros y carencias múltiples- como las de Vidigal y Morro dos Macacos. En esta última, recientemente, derribaron un helicóptero con cuatro efectivos policiales, falleciendo tres de ellos.

El presidente Luis Inacio Lula da Silva, ya en su segundo mandato y con una de las mayores popularidades de todo el continente americano (81% en septiembre de 2009), consciente de esta realidad ha sido entusiasta para obtener los juegos, y cauto para preparar las medidas tendientes a resolver las negativas realidades que coexisten con la belleza.

La inversión que Lula da Silva planea materializar alcanza a los 26.000 millones de dólares estadounidenses. De este monto cuatro quintos contemplan redes de transporte, incluyendo un moderno tren bala de largo alcance. Especial preocupación tendrá la infraestructura de Barra de Tijuca, lugar en que estará emplazada la Villa Olímpica, esto implicará el establecimiento de grandes medidas de seguridad para garantizar la integridad de los invitados.

El presidente, conocedor de primera mano de estas realidades, ya está en la tarea de implementar los equipos humanos adecuados, para una brillante gesta deportiva. Lula sabe de adversidades, y su vida es un ejemplo de superación, quizás uno de sus mayores legados gubernamentales será superar los reveses y dolores íntimos del país, para dar al mundo una lección de capacidad y fortaleza.

Sin duda que ni la reducción en un 10% de los ingresos del turismo acumulados al tercer cuarto de año, producto de la crisis internacional, y las expectativas de la población en un reciente y reputado sondeo (37% cree que sus ingresos apenas se mantendrán en los próximos meses y un 54% piensa que el empleo se mantendrá estático en igual período) amilanarán a este pueblo que, siempre se ha sentido el mais grande do mundo, para lograr unos juegos inolvidables y que dejen huella en la historia de los deportes. Tampoco los 20 mil asesinados en los últimos tres años, 20 personas por día, les quitarán las fuerzas. Contrario sensu, estas cifras adversas y las circunstancias aciagas que viven cotidianamente millones de cariocas, parecen estar convirtiéndose en el acicate para que el pueblo brasileño se una en torno a este desafío nacional y un reto político colosal para el Presidente y su gobierno.

Brasil tiene sobre la mesa el peor escenario que hubiera deseado, al tiempo que una inmensa oportunidad de atacar frontalmente sus fantasmas, pero este pueblo fruto de la conquista portuguesa y del tesón de sus naturales se ha forjado en el rigor. El mundo no sería tal sin las bellezas que ofrece y, seguramente, post Juegos Olímpicos salga fortalecido. Una nación que ha sabido cobijar grandes desarrollos industriales, generado importantes polos de progreso, hitos arquitectónicos y superado adversidades y reveses, seguramente hará de esta ocasión una oportunidad. Una oportunidad para despedirse de las secuelas de la crisis global y una oportunidad para extirpar tumores y canceres intestinos que ensombrecen sus bondades. Brasil tiene la potencialidad para retomar el pujante camino de logros y aciertos que lo han hecho distinguirse en las Américas. Y más allá de posturas contingentes, Lula es la locomotora de este viaje. Para América Latina este éxito es un contagio virtuoso que debería impulsar la integración y los comunes objetivos, para hacer de la región una unidad orientada ininterrumpidamente al desarrollo creciente de sus ciudadanos.